Por regla general, cuando una mujer llega al poder gobierna muchísimo mejor que los hombres. Estamos acostumbradas a gobernar nuestras casas (mejor o peor), a nuestros maridos o parejas y a nuestros hijos (cuando podemos y nos dejan). La mayoría somos licenciadas Cum Laude en Economía Familiar y Diplomacia. Hacemos malabarismos con el trabajo y las faenas de casa, y el poco tiempo que nos queda lo dedicamos a preocuparnos por los demás.
Pasan los años volando, y cuando nos venimos a dar cuenta, los niños han crecido y no nos necesitan para casi nada. Un buen día nos miramos al espejo y nos preguntamos con cara de sorpresa ¿quién es la persona que tenemos delante? ¿Cómo es posible que haya pasado el tiempo tan rápido? ¡Dios mío, estoy a punto de cumplir 47 años!!! ¡Pero si yo no me siento de esa edad (mentalmente, claro)!. Y te ves las arruguillas, la celulitis y las carnes flojas, y piensas: ¡Ahora me toca a mí!!!!!
AUTOR: © ISABEL PASTOR ROMÁN
No hay comentarios:
Publicar un comentario