Ya está, por fin llegó, ¡tengo vacaciones!!!!
¿Y ahora que hago en estos días hasta que me vaya de viaje?
Desde que salí el viernes del trabajo no hago más que pensar en la faena que me queda en casa, quitar los estores del comedor, lavarlos y limpiar las ventanas y persianas a fondo, ponerme con ganas en la habitación de la plancha VS. "trastos", es decir, todo aquello que se deja de hacer normalmente porque requiere de mucho tiempo y entretenimiento.
Y digo yo.....¿si estoy de vacaciones, porque me preocupo de todo eso?.
Vivimos en una sociedad en la que no se nos permite tener tiempo libre y holgazanear un ratito. Siempre corriendo, siempre pensando con dos días de adelanto, ¡no sea que nos pille el tren!.
Cuando voy a Andalucía, al pueblo de mi madre, Laujar de Andarax, llevo tal cantidad de estrés acumulado en el cuerpo y en la mente, que necesito varios días para habituarme a la tranquilidad que se respira allí.
Voy al DIA% a comprar y me agobia la cola de la caja, hacemos la comida rápido, como si tuviéramos que fichar en la fábrica.....siempre corriendo......
Al cabo de los días te das cuenta de la tranquilidad que te rodea, de que todos hacen su trabajo sin agobios ni prisas, y que al final, hacen lo mismo que nosotros, pero sin dolores de estómago, retenciones de líquidos, contracturas musculares, en fin, todo aquello que acarrea el estrés. Trabajan para vivir, y aquí en Catalunya vivimos para trabajar (o es la sensación que yo tengo).
Eso se llama ¡CALIDAD DE VIDA!
AUTOR: © ISABEL PASTOR ROMÁN
